Vivir Despeinada
Esta frase la leí hace ya muchos años, en una viñeta muy famosa de Mafalda (by Quino), y se anidó en mí con intensidad.
Con cierta premura retomé una necesidad vital que me acompañó gran parte de la infancia. Poder vivir despeinada, poder ser yo misma sin poses, cómoda, sin importarme lo políticamente correcto. Poder expandirme sin críticas ni prohibiciones.
La imagen volvió con fuerza el otro día cuando peinaba a mi nieta. Ella no quería.
Me visualicé de pequeña cuando no soportaba que mi madre me peinara. Pero era lo que había que hacer.. y punto. Así que como yo me resistía la cosa terminaba mal, con llantos y tirones.
Al ver su carita de disgusto me dije a mí misma pero … por qué?
Por qué someterla a lo que “debe ser”? Pasa algo si un día no nos peinamos?. Se enreda el pelo es verdad, pero ….pasa algo? Es realmente grave, peligra tu vida? Acaso no tiene solución?
Yo personalmente ando despeinada cada dos por tres, salgo despeinada por ahí. Nunca ha pasado nada.
Aún hoy puedo ver la cara de desaprobación de mi madre y su voz pronunciando “por rebelde”.
No lo sé realmente si es rebeldía, lo que sé es que no me gusta mucho peinarme, nunca me gustó.
Así que, con qué autoridad le exijo a mi nieta el peinado diario, los posibles tirones, las coletas y demás exigencias del guión?
Esto es simbólico, lo que verdaderamente pasa es que con ese gesto nuestros referentes doblegan nuestra voluntad y nuestros deseos, también nuestras elecciones, y esto es lo verdaderamente grave,
Ya que como las niñas generalmente somos dóciles, al final terminamos creando mujeres conformistas, que acatan lo que se dice, sin cuestionarse nada. Y con la convicción de que, aunque quiera otra cosa, se tiene que aguantar.
Peinarnos o no es lo de menos, el tema es el convencimiento de lo que está bien y lo que está mal.
Lo verdaderamente importante son espacios para que se genere la duda y la reflexión. La duda que nos permite crecer, la duda que nos permite cuestionarnos todo. La reflexión que nos entrenará para pasar a la acción.
Sacudirnos aquello que nos aprieta, que nos ahoga, sin permitirnos disfrutar cada momento, cada experiencia, cada afecto.
Para mí ir por la vida despeinada, tiene que ver con dejar que la vida entre en nuestros huesos y penetre en nuestro interior.
Sentirla con todos los poros y pisar fuerte sin importar quién te juzgue o quien opine de tí.
Permitiéndote disfrutarla con mayor intensidad.
Pero…. Te pasa a ti también que, aunque sepamos en teoría que: debemos de ser auténticas, disfrutar de las pequeñas cosas, que no es saludable enfadarnos por pequeñeces, ni hacernos mala sangre por lo que no podemos solucionar, que es vital respetarnos a nosotras mismas, tomar decisiones desde la calma, y enviarnos mensajes positivos, etc.
La mayoría seguimos repitiendo patrones adquiridos, sin lograr salir de círculos viciosos que interfieren con el disfrute diario?
Reflexionemos ..
Nos han enseñado a ir por ahí despeinadas?
Nos han transmitido que lo verdaderamente importante es ser felices?
La mayoría sobrevivimos, sí, pero desconectadas de nosotras mismas, sin saber cuáles son las mejores opciones para nosotras.
- Cuántas veces dejas de hacer algo por el qué dirán?
- Cuántas veces te callas y tragas por no herir?
- Cuántas veces tomas malas decisiones sólo por no decidirte a tomar ninguna?
- Cuántas veces has tenido la sensación de estar viviendo una vida que no es la que quieres, pero no sabes que hacer para cambiarla?
- Cuántas veces te rendiste?
- Cuántas veces no pasas a la acción por miedo al rechazo?
En qué momento plegaste tus alas con el riesgo de que se atrofiaran?
El mundo está loco.
Definitivamente loco.
Lo rico, engorda.
Lo lindo sale caro.
El sol que ilumina tu rostro arruga.
Y lo realmente bueno de esta vida, despeina.
Eso dice Jorge Bucay en un poema que escribió a su hija.
Las mejores cosas de esta vida despeinan sigue diciendo J. Bucay
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible.
Y es una verdad irrefutable, los mejores momentos de nuestra vida los vivimos despeinadas y es una sensación maravillosa.
Las instrucciones son innumerables a lo largo de nuestra vida, pero, cuando te llego la orden de ser feliz? En qué momento tu persona de confianza, tu referente, tu maestra, tu guía te dijo simplemente: SÉ FELIZ
Y ser feliz no pasa por ser la mujer que debo de ser, pasa por reconocerme, por sentirme y por salir al mundo sin miedo y despeinada.
Y aunque a veces las indicaciones sociales sean peinarte, conecta con tu parte despeinada y sonríe dando un paso firme hacia adelante, segura y confiada.
- Bucay termina dándonos un pequeño consejo.
Mujer entrégate, come lo que quieras, besa, abraza, haz el amor, baila, enamórate, relájate, viaja, salta, acuéstate tarde, levántate temprano, corre, vuela, canta, ponte guapo/a, admira el paisaje, disfruta, lee, escucha música. Y sobre todo, deja que la vida te despeine.
Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.
Y es que indudablemente lo maravilloso de seguir viviendo es que nos da la oportunidad de desplegar nuestras alas. De alzar el vuelo, sintiéndonos y dejando que el aire nos despeine.
Un abrazo, GRA
Hola.
En primer lugar yo no puedo despeinarme por calbo.
Pero aún así podría dejarmelo por los lados tipo Einstein.
En el diseño colectivo desde los tiempos esta la idea de ver que hace el vecino o vecina.
De imitar a tu semejante, por pura supervivencia.
Si hacia fuego al tal hora era mejor que a otra para auyentar las fieras. Plantar la cosecha al tiempo que el vecino porque a lo mejor sabía él cuando era el momento preciso.
Las personas nos imitamos por instinto y las vibraciones pasan por ondas de un ser a otro.
Si hay una muchedumbre y entras en ella sueles vibrar en la misma onda…
Pero eso puede generar descontento personal.
Cada dia té vas dando cuenta que imitar a tu vecin@ puede no sentarte bien en algunos casos.
Cuando te sales de la norma la gente te mira.
-Oye mira que despeinado que va este. Y vaya manchurron de huevo en los pantalones…
La diferència choca contra el instinto.
Cuando decides que ya no vas a hacer las cosas como están estipuladas sabes que te van a señalar con el dedo.
Lo bonito de la vida es cuando te dicen que estas loco.
Porque cuando ven que no tienes solución, según ell@s se cansan de señalarte.
El tiempo pone a todo en su sitio y al final todos se dan cuenta que estar loco no es malo. Es divertido.
Siempre un placer leerte, gracias!