¿Te haz preguntado porque no puedo dejar de pensar en comerme algo dulce, tomarme otra copa de vino más, ganas de comer todo lo que ves?
¿Alguna vez has pensado que no tienes la fuerza de voluntad para dejar esos dulces que tanto amas?
Muy probablemente hayas pensado que es imposible romper con esos deseos intensos, que parecen. ser incontrolables o que no tienes la fuerza de voluntad que se requiere para controlarlos.
¿Será eso? ¿Fuerza de voluntad?
Se ha demostrado científicamente que el azúcar tiene un efecto en el cerebro similar al de una droga muy adictiva. De hecho, eliminarlo rápidamente de tu alimentación puede causar síntomas de restricción, como fatiga, depresión, dolores de cabeza y dolores musculares. Así que no es que no tengas la fuerza de voluntad suficiente o necesaria para controlar estos antojos, es que hay algo más que está ocurriendo en tu cuerpo.
No estás sola, más de un 90% de la población experimenta esto.
El consumo de productos procesados, bizcochos, pasteles, alcohol, granos refinados, postres, o cuando no hemos dormido adecuadamente, el estar estresadas (mental, emocional, física o por percepción) entre otros factores adicionales, hacen que los niveles de glucosa se eleven en tu sangre.
Cuando el nivel de azúcar en sangre se dispara, tu cuerpo libera insulina para reducirlo a un nivel adecuado. Si la insulina hace que tu nivel de azúcar en la sangre baje demasiado, como sucede a casi todo el tiempo, tu cuerpo deseará intensamente alimentos que volverán a subir los niveles de glucosa.
La fuerza de voluntad y el “mindset” sí, son necesarios desarrollarlos, sin embargo cuando esto está ocurriendo se hace muchísimo más difícil y retante sostener hábitos de alimentación y estilo de vida saludable.
Existen varios factores que pueden contribuir a que este deseo detone o se intensifique:
- Desbalance en niveles de glucosa.
- Desbalance hormonal.
- Estrés; emocional, mental, físico y/o por percepción.
- Alimentación pobre, incompleta e inadecuada.
Tips para controlar los «cravings»
- Desayunar rico en proteínas y grasas omega 3.
- Planificar tus comidas con anticipación 3- Consumir suficiente agua.
- Si observas un antojo, cambia tu entorno, camina, toma agua, espera unos minutos, reflexiona si realmente es hambre o si es un antojo emocional.
- Sustituir el consumo de dulces, salados o productos procesados, por alimentos enteros los cuales sus azúcares se liberen más lentamente; como batata mameya, brócoli, fresas, blueberries, coco, coliflor, zanahoria, toronja rosada y otros.
Es importante tener en cuenta que probablemente tendrás esos síntomas de restricción antes mencionados como fatiga, depresión, dolores de cabeza y dolores musculares durante dos o tres días, y es probable que los antojos permanezcan durante al menos la primera semana aproximadamente, luego de eso irá disminuyendo la intensidad.
Recuerda consultar este proceso con tu médico y monitorear tus niveles de glucosa de la mano con un profesional de la salud.
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