Hacer una pausa ante el frenético ritmo de vida en el que vivimos es cada vez más necesario, tomarnos el tiempo de RESPIRAR Y SONREÍR.
Dos palabras cortas con significado profundo, que si las realizamos de forma consciente nos permitirán desacelerar y mantenernos conectados con el presente.
Si observamos a nuestro alrededor una buena parte de nosotros a lo largo del día realiza una respiración muy pobre, aquella que ocurre sólo en la parte superior de nuestro pecho y que se conoce como respiración clavicular o superficial, y cómo hacerla diferente si vamos a mil, como queriendo sumar horas al día restándole tiempo a nuestra respiración, un acto vital y que nos llena de vida.
En la práctica de Yoga el acto de respirar se conoce como Pranayama, es el cuarto paso de los ocho del Astanga Yoga según Patanjali, en sanscrito literalmente ¨Prana¨ se define como la energía vital, aliento y ¨yama¨ control, es decir, control de la respiración.
¡Detente! RESPIRA Y SONRÍE. La respiración abdominal y profunda es la mejor, nos trae el aire a la parte más baja de los pulmones, es lenta, profunda y hacemos un uso correcto del diafragma. Al respirar de esta forma vamos por un buen camino, todo tu Ser lo empezará a agradecer, te aseguro que sonreirás más a menudo.
¿Pero la respiración abdominal es la ideal o la respiración más completa?
La respuesta es no, la respiración yóguica es la más completa, porque combina la respiración clavicular, intercostal y abdominal. Aquí es donde sacamos el beneficio máximo al acto de respirar.
Tal vez hacer este tipo de respiración todo el día puede resultar cuesta arriba, pero tomarnos el tiempo de hacer tres ciclos de tres respiraciones yóguicas completas nos permitirá oxigenarnos al máximo, llenar nuestras células de vida y por lo menos hacer más consciente que respirar abdominalmente purificará mejor el prana que entra a nuestro cuerpo; es como regar una planta con agua limpia, imagínate la calidad de sus flores y sus frutos. Además, nos conecta con esa forma de respirar que teníamos en el momento que llegamos a este mundo.
Respirar nos permite quedarnos con la foto de un olor, ese que puede evocar directamente una emoción, nuestro sistema límbico se dispara y el cerebro emocional realiza su trabajo. Imagínate hasta donde podemos viajar, recodar esos olores que nos llevan a momentos memorables de nuestras vidas o simplemente disfrutar de los olores que nos ayuden a llevar de la mejor forma la montaña rusa de nuestras emociones y nuestra cotidianidad.
Gracias a la respiración podemos disfrutar de los beneficios terapéuticos de lo que hoy se conoce aromaterapia, una terapia que data como tal desde 1928, cerca del centenar de años y donde cada día más se demuestra sus beneficios a través del uso de aceites esenciales empleados de diferentes formas, bien sea por vía inhalatoria, tópica u oral. Sin embargo, no es secreto para nadie que desde hace siglos las culturas egipcias, griegas, sumeria y otras utilizaban las hierbas y extractos con fines medicinales.
Hoy en día es muy sencillo gozar de los beneficios de los aceites esenciales sin importar en donde estemos, existen opciones seguras de uso a través de un aromadifusor, cosmética natural ecofriendly, incluso como parte de nuestra dieta (por supuesto, siempre asesorado por un profesional).
Si al respirar correctamente le sumas una curvatura debajo de tu nariz tantas veces como puedas al día, también gozarás del beneficio que te trae SONREÍR. Cuando sonreímos en nuestro cerebro se dispara una cadena de neurotransmisores, conocidas como “las hormonas de la felicidad”, endorfinas, dopamina y serotonina, que se complementan de manera perfecta con la adrenalina. La dopamina, es considerada como el centro del placer y te motiva a repetir conductas que te generan bienestar en general. Procura anclarte a todo aquello que sume valor a tu vida.
Sonreír además reduce los niveles de cortisol, conocida como “la hormona del estrés”, permitiendo así que la química natural de nuestro cuerpo nos ayude a controlar el estrés, ansiedad y depresión, trastornos que están en repunte en nuestro día a día como consecuencia de la pandemia que nos ha tocado vivir, y esto apenas empieza.
RESPIRA Y SONRÍE, estas dos acciones son potentes herramientas que tenemos cada día de nuestras vidas, hacerlo de forma consciente hará que tu mente, tu cuerpo y tu Ser funcionen de manera armónica, el sistema inmune se fortalece, también tu corazón, relajas tus músculos y liberas tensión, tu estado de ánimo mejora, disminuye el dolor, mejorarán tu relaciones interpersonales y activa tu creatividad.
Estamos viviendo momentos importantes, sé que esto trae consigo muchas situaciones que nos superan que nos cuesta digerir, pero procuremos ver un poco más allá, ha llegado el momento de trascender y está sucediendo aquí y ahora. ¡Así que RESPIRA Y SONRÍE, DESPIERTA!
Una vez más todas las respuestas a nuestras preguntas están dentro de nosotros, simplemente tenemos que aprender a escucharnos, en nosotros reside la medicina perfecta.
Cuando sintamos que de pronto se torna oscuro, RESPIRA Y SONRÍE, y se hará La Luz.
Con amor
Maravilloso post!!
❤️??
Gracias Yolanda! Un fuerte abrazo.