EL DISFRUTE DE LAS PEQUEÑAS COSAS

Disfrutar de las pequeñas cosas. Disfrutar del momento. Lo escuchamos o lo leemos constantemente.

Pensamos que para disfrutar en la vida necesitamos grandes momentos.

Consideramos que son los viajes, conciertos, reuniones con amistades…

O incluso comprar los caprichos que nos gustan.

Con la que corre en los últimos tiempos es un lujo cumplir nuestros deseos.

En el momento que vivimos con restricciones y prohibiciones empezamos a darnos cuenta de las pequeñas cosas de la vida.

Esas que siempre leemos en las frases motivadoras. Las de las canciones o las películas.

No puedes salir de tu casa. Abrazar o besar a las personas que quieres. Trabajar o simplemente pasear.

Actividades cotidianas que hace un año y medio eran rutinas. No les dábamos importancia.

Era lo “normal”. Hasta que dejan de serlo.

Cuando se convierte en un lujo poder salir de tu casa a trabajar. Reunirte con tus amistades y familiares. Conocer a alguien y no poderle besar o abrazar.

Empezamos a dar importancia a esas pequeñas cosas que antes se quedaban en eso. Pequeños momentos que pasaban sin pena ni gloria. Total, mañana ya volveríamos a repetirlos.

En mi caso y en el de muchas personas creo que ha sido una llamada de atención. La situación vivida para apreciar cada instante de la vida.

Hay personas en otros lugares del mundo que ya eran conscientes de esos pequeños momentos.

Pero no es fácil. Damos por hecho que todo se nos va a dar. Todo está a nuestro alcance. Lo demás son películas de ciencia ficción. No va con nosotros.

Hasta que la película se hace realidad. Lo “normal” se vuelve inalcanzable. Vienen las quejas, el sufrimiento, la desilusión.

Si damos por hecho una situación es probable que aparezca la decepción.

    Pensamos que todo va a ser igual, no nos damos cuenta de lo afortunados que somos. Al perder esos privilegios se nos viene todo encima.

    A veces nos parece ridículo el oler una flor, observar un paisaje, cantar y bailar una canción. Caminar, leer, llorar con una película…

    La privación es la que nos hace valorar cada situación.

    Cada vez que te critiquen por hacer lo que quieres y lo que sientes. Por ser tú y vivir el momento con intensidad. Piensa que se les ha olvidado disfrutar del camino.

    En mi caso intento llevar esa premisa siempre que puedo. Además, me gusta acompañar a otras personas a encontrar la belleza de esos pequeños momentos.

    Encontrar de nuevo la ilusión por lo que hacemos. Compartirlo con las personas que rodean.

    Si sonríes a alguien que te cruzas por la calle, aunque no la conozcas, es probable que te devuelva la sonrisa.

    Si sonríes a alguien que te cruzas por la calle, aunque no la conozcas, es probable que te devuelva la sonrisa.Con nuestra actitud podemos conseguir que todo cambie y empezar a sacar chispa a la vida.

    Vivir el momento de verdad. Sin presiones, sin expectativas y sin miedo a lo que vendrá.

    Libro frases motivadoras #elmotivosoyyo

    Vanessa Martín Ardanaz

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