Como empezar a meditar Parte 3

Como empezar a meditar – Parte 3

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Hola gente linda,
Llegamos a la fase final de cómo empezar a meditar.

Seguramente ya has practicado la parte 1 y 2 y estoy segura de que ya puedes tranquilizar tu mente y tu cuerpo físico para iniciar tu meditación.

En esta parte 3 de cómo empezar a meditar les contaré de cómo medito yo, prepárate.

Lo primero es que busco ese lugar en casa donde encuentro tranquilidad y me siento alejada de los ruidos externos. Casi siempre tengo un altar en este espacio de mi casa que he elegido para meditar también tengo una vela y un cojín de meditación, tu puedes usar simplemente algo cómodo en que sentarte puede ser inclusive una silla.

Ya que estoy cómoda en mi cojín y tengo la vela encendida, rezo una oración dedicada a mis guías, mis maestros y a Dios.

Empiezo a tranquilizar mi cuerpo físico, primero estirando un poco
los brazos, moviendo mi cuello y hombros, luego dejó que mi respiración haga el resto. La respiración es la base de la meditación por eso tienes que estar consciente de ella durante todo el tiempo.

Ahora que mi cuerpo físico se encuentra relajado trato de relajar mi respiración, haciendo un poco de pranayama, o ejercicio de respiración, me gusta mucho el samavritti el cual se realiza de la siguiente manera: toma aire contando hasta 4, retienes ahora por la misma cantidad y luego dejas salir el aire también por 4 retienes de nuevo por 4 y así sucesivamente. Este ejercicio lo hago por un minuto aproximadamente, si sientes que es demasiado llegar hasta 4 entonces solo cuenta hasta 3, es importante sentir como el aire recorre tus fosas nasales, la tráquea y como finalmente llenan tus pulmones, al exhalar trata de sentir tu respiración haciendo este recorrido a la inversa.

Llegamos al punto de enfoque para la meditación. Me concentro en la llama de la vela por unos segundos luego llevo esa luz hacia mi ojo espiritual y con cada inhalación repito SO mentalmente y con cada exhalación repito HAM.

Cada vez que la luz de vela desaparece de mi ojo espiritual abro ligeramente mis ojos y miro la llama de la vela de nuevo y hago el mismo procedimiento de ver la luz en mi ojo espiritual y repetir el mantra mentalmente. Con la práctica continua te darás cuenta que ya no tendrás que ver más la llama de la vela y que los espacios entre cada respiración se vuelven más largos. El mantra se utiliza como objeto de enfoque para sincronizar tu respiración con la palabra que estás repitiendo, de esta manera, si te encuentras distraído con pensamientos que vienen a tu mente simplemente regresas al mantra.

Con la constante práctica de la meditación el mantra pasa a ser secundario y pasa a ser mucho más importante la luz que estás visualizando y tu respiración. Los espacios entre las respiraciones serán mucho más largos y te darás cuenta que es en ese espacio donde reside Dios, donde te encuentras con tu propia divinidad y donde todo es paz y armonía. Te sentirás invadid@ de amor puro, gozo total, solo hay felicidad.

Será tan placentero este sentimiento de conexión que no querrás irte de ese lugar, de esa luz, solo quieres seguir avanzando y es aquí donde la energía del amor se hace mas palpable, nuestra esencia florece y un estado de paz nos abraza. Es en esa meditación profunda que nos damos cuenta de que todas nuestras preguntas tienen respuesta y que el universo y Dios reside en cada uno de nosotros.

Nota: Tomese la palabra Dios como ese ser supremo con el que tú te conectas, en el que crees y al que le rezas.

Gracias por leerme.
Namaste.

Luz Yaneth