ATP o Adenosina Trifosfato es una molécula que el organismo produce en las mitocondrias durante la respiración celular, es nuestro “transportador” universal de energía corporal.
El ATP o Adenosina Trifosfato, es necesaria para la mayoría de las funciones de los seres vivos y sin la cual la vida sería inconcebible.
Cuando la molécula ATP o Adenosina Trifosfato se subdivide, la alta carga energética acumulada en ella se libera como si habláramos de una bomba atómica.
Nuestra principal fuente de energía
Estamos hablando de energía que luego utiliza el organismo para realizar todas las tareas que precisa durante el día (desplazamientos, ejercicio físico, trabajar, jugar, limpiar…).
Se considera, sin duda alguna, que la principal y más importante fuente de donde los músculos toman su energía es el ATP o Adenosina Trifosfato.
Su composición
Esta molécula (ATP) está formada por una base nitrogenada (adenina), un azúcar de cinco átomos de carbono (ribosa) y tres fosfatos (ésteres del ácido fosfórico).
Cada grupo de fosfato es un fósforo combinado con otros cuatro átomos de oxígeno en forma tetraédrica, siendo estos compartidos por otro grupo de fosfatos.
Esto quiere decir, que los tres grupos de fosfatos están enlazados entre sí. Estos enlaces son fáciles de romper, además liberan gran cantidad de energía.
Toda esa gran cantidad de energía que liberan los enlaces de fosfato es la que será posteriormente utilizada por todas las células de nuestro organismo.
La molécula ATP o Adenosina Trifosfato puede liberar dos grupos de fosfatos sucesivamente, aunque lo más seguro es que se rompa uno de estos enlaces.
Libera energía, se recarga y se transforma
En cada una de estas sesiones el ATP libera una energía de aproximadamente 7.300 calorías que es suficiente para realizar absolutamente toda la contracción muscular.
Cuando se elimina por hidrolisis un grupo fosfato, la molécula de ATP se convierte en ADP (adenosina difosfato). Luego la molécula de ADP puede “recargarse”.
La auto recarga que realiza la ADP contiene 7 kilocalorías por mol, de modo que recupera un tercer grupo fosfato volviendo a convertirse en ATP.
Las reservas que la célula posee almacenas darían energía para que el músculo se contrajera durante tres segundos, evidentemente existen otros mecanismo productores de ATP.
Esta producción de ATP ocurre de forma continuada, sin embargo, no todas las actividades que realiza nuestro organismo necesitan de la misma cantidad de energía.
Existen las actividades que utilizan una gran cantidad en poco tiempo: el entrenamiento de alta intensidad, las pruebas de 50 metros es un ejemplo claro.
Por otro lado, otras tienen requerimiento moderado pero constante y prolongado en el tiempo, un ejemplo más claro sería una prueba de 1.500 metros libres.
Y entre estos dos extremos, existe una gran variedad de pruebas, actividades y deportes que combinan demandas altas y bajas de energía, prolongadas y breves.
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